Contraindicaciones de la sauna.

La sauna tiene incidencia en el sistema circulatorio por lo que las alteraciones que se pudieran tener en el mismo pueden condicionar su uso. No se debe tomar una sauna si se tiene alguna de estas enfermedades o alteraciones:

• Problemas de corazón como el infarto de miocardio, estados de decompensación cardiovascular y síntomas de estenosis.
• Problemas venosos crónicos, insuficiencia venosa, síndrome post-trombótico.
• Varices en fase aguda.
• Problemas de circulación cerebral, trombosis, estados tras haber sufrido infartos cerebrales.
• Tensión arterial baja.
• Hipertensión arterial de origen superior a 200 mmHg.
• Glaucoma y procesos degenerativos oculares.
• Hiper e hipotiroidismo.
• Tumores.
• Toxemias gravídicas severas.
• Enfermedades inflamatorias agudas internas como la hepatitis y nefritis.
• Con episodios de fiebre.
• Con enfermedades infecciosas como los hongos.
• Epilepsia.
• Durante el embarazo.
• Durante la menstruación por la bajada de tensión arterial.
• Alteraciones cutáneas como: Rosácea, acné comedónico, eccemas, dermatitis atópica y, en general, personas de piel sensible.

Hay que tener precaución en los siguientes casos:

• La precaución o riesgo que más atención demanda del personal a cargo del control de la sauna es el que puede producir el síncope por calor acompañado del shock hipovolémico, debido a la gran pérdida de líquido corporal producido tras la sudación, durante el ciclo caliente de la técnica.
• Hipertensión compensada mediante medicación: El enfriamiento se debe realizar sin ducha y progresivamente.
• En hipertensiones no medicadas sólo se puede tomar bajo consejo médico.
• No se debe realizarse ningún ejercicio en el interior de la sauna.
• No se debe entrar en la sauna si acabas de comer y tienes el estómago lleno, pero tampoco puedes entrar en ayunas.

Para la prevención, si no estais seguros de no tener ninguna contraindicación es mejor consultar al médico.

ESPERO QUE OS GUSTE :)